1. Inicie lavando bien la rúcula quitando las raíces, debe estar bien fresca, si está un poco marchita la puede colocar por 15 minutos en un bowl con agua que esté bien fría para que se hidrate, coloque en un colador para que se escurra, o coloque entre dos repasadores limpios, sin oprimir.
2. Luego pele la pera, corte por la mitad y retirar las semillas, córtela en láminas no muy delgadas y rocíe con jugo de limón para que no se oscurezca.
3. Si se desea, puede tostar las nueces en una sartén por unos minutos, para después cortar en trozos pequeños el queso.
4. En una ensaladera, agregue la rúcula y sobre ella, coloque las láminas de pera, las nueces, al final agregue el queso.
5. En un bowl pequeño, mezcle sal al gusto, pimienta, vinagre balsámico y aceite hasta disolver. Rocíe la ensalada con la vinagreta y no mezclar demasiado para que no se deshaga el queso.